El individuo ordinario que no entiende por sí mismo su verdadera naturaleza, experimenta el sufrimiento.





" El individuo ordinario que no entiende por sí mismo su verdadera naturaleza, experimenta el sufrimiento. Cada ser ve las cosas de forma diferente por sus propias tendencias, preferencias, deseos.

Cuando ya no hay apego hacia una imagen subjetiva de la realidad, sucede que esa imagen se disuelve, ya no se está supeditados por las tendencias personales y se despierta del sueño.
 La realidad auténtica se llama de muchas maneras, dependiendo de las culturas y tradiciones, pero no es más que la única conciencia incausata; por eso hay que ir más allá de las diferentes denominaciones, para redescubrir el único principio original. Trasciende cualquier nombre conceptual, sin embargo, se manifiesta libremente en todas partes y de cualquier manera; por eso es importante no fijarse en ninguna idea y experiencia, sino permanecer siempre abiertos, integrando entre ellos sabiduría y método. Los seguidores de las distintas doctrinas pretenden ser los únicos mensajeros o defensores de la única verdad.

 Pero la enseñanza definitiva y eterno está más allá de las formas limitadas y transitorias que representan cualquier culto. La verdad no es múltiple, pero los seres humanos tienen el vicio de diferenciarle, sobre palabras, definiciones, rituales y reglas diferentes, dependiendo de las limitaciones culturales y de las necesidades personales.

 Aunque se den nombres, sea cual sea el nombre que indica la realidad, en verdad sólo hay una sola conciencia; es sin fundamento, sin raíz. Incluso un gran erudito está sujeto al engaño si no tiene esa comprensión, mientras que un vaquero se libera si la experimenta. Toda la realidad, la transmigración y la liberación, es sólo la manifestación de nuestra propia conciencia. La realidad exterior es sólo un espejo en el que podemos ver nuestra cara.

Mientras buscamos fuera de nosotros nunca encontraremos el verdadero significado de nuestra existencia. La auténtica tradición espiritual no puede ser recibida desde fuera, ya que sólo surge de la conciencia iluminada que tenemos en nosotros; incluso el libro que la contiene es sólo un espejo que refleja lo que ya está presente en nosotros mismos.

El espacio exterior y el interior no están realmente separados, pero la mayoría de las personas viven como si lo fueran. Cuando cambia el estado de conciencia, la manifestación correspondiente aparece desde el exterior. Quien vive distraído, incosapevole de su verdadera naturaleza, experimenta la ilusión y el sufrimiento; sin embargo, a través del sufrimiento tarde o temprano será inducido a de la causa y, por lo tanto, un día, por la pasión Surgirá el sentir de la comprensión.

No son los fenómenos los que engañan, es el apego que engaña. Cualquier fenómeno aparezca por culpa de la libre naturaleza de la conciencia, es como la ola respecto al océano: no habiendo dualidad se resuelve en la conciencia misma."

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